Fiesta: 18 de noviembre.
Reconocimiento del culto: Clemente X, el 17 de mayo de
1673
Nacimiento: Cracovia (Polonia), 1211
Muerte:
Cracovia (Polonia), 17 de noviembre de 1268.
Orden: Damianitas o de Santa Clara.
Vida de la beata Salomé de Cracovia
Princesa de Polonia, hija de Leszek el Rubio,
príncipe de Cracovia, Salomé nació en 1211. Es difícil
seguir los primeros años de su vida, pues las fuentes
históricas difieren bastante entre sí. Parece, sin
embargo, que a los tres años fue confiada al obispo de
Cracovia, el Beato Vicente
Kadlubek, para que la condujera a Hungría. Según las
costumbres de aquel tiempo, Lescek había concertado su
matrimonio de su hija con el hijo del rey Andrés de
Hungría, el príncipe Kálmán o Colomán, que sólo tenía 6
años.
Con autorización del papa Inocencio III, el obispo
de Strigonia los coronó en el otoño de 1214, y
gobernaron en Halicz durante menos de tres años, hasta
que la ciudad fue ocupada por el príncipe Mistislaw de
Rutenia, que los retuvo prisioneros.
Durante la prisión, Salomé, que contaba entonces con
nueve años, de común acuerdo con su prometido vivir en
castidad. Cuando los húngaros reconquistaron la ciudad,
los dos fueron liberados y por fin pudo celebrarse el
matrimonio. Salomé, al parecer, había empezado a hacer
vida de penitencia como terciaria franciscana, y se
comprometió para que la corte fuese un modelo de vida
cristiana. A pesar de su belleza, rehuía de la compañía
de los hombres, vestía con modestia, no participaba en
las fiestas y diversiones de la corte y dedicaba el
tiempo libre a la oración.
Kálmán reinó en Dalmacia y Eslovenia, en vida de su
padre, hasta el momento de su muerte, ocurrida en 1241,
mientras combatía contra los tártaros. El primer año de
viudez lo empleó Salomé en hacer buenas obras en la
corte y en favorecer los conventos de franciscanos y
dominicos, pero en 1242 prefirió regresar a su país. Se
retiró en el monasterio de Sandomierz y vistió el hábito
de las clarisas. Con la ayuda del hermano Boleslao
emprendió en 1245 la fundación del monasterio de
clarisas de Zawichost, el hospital y el monasterio de
clarisas donde se recluyó.
Ante la amenaza de los Tártaros, parte de la
comunidad se trasladó a Skala, donde Salomé fundó otro
monasterio, dotándolo de utensilios y ornamentos
litúrgicos. 28 años vivió en el monasterio, siendo para
todos un ejemplo de penitencia, abnegación, humildad,
inocencia y caridad. Durante muchos años fue abadesa
buena, afable y servicial, amante del ideal franciscano
de pobreza.
El 17 de noviembre de 1268, día de su muerte, tuvo
una visión de la Virgen María con su Hijo. Entonces
llamó a sus hermanas y las exhortó a vivir en caridad,
pureza de corazón, obediencia y desapego de las cosas de
este mundo. Sus hermanas vieron su alma como una pequeña
estrella que desde su cuerpo subía hasta el cielo. TEnía
57 años. Sus restos fueron trasladados a la iglesia de
San Francisco de Cracovia, donde aún se conservan. Por
último, el papa Clemente X aprobó su culto inmemorial.
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