Fiesta: 27 de noviembre.
Aprobación del culto:
León XII, el 26 de marzo de 1828
Nacimiento: Fossa (L'Áquila,
Italia), el año 1421
Muerte: L'Áquila
(Italia), el 27 de noviembre de 1503
Orden: Franciscanos
Menores de la Observancia
Vida del beato Bernardino de Fossa (1421-1503)
Este predicador y escritor franciscano se llamaba
Juan Amici, y nació en Fossa, en la región italiana de
Abruzzo, el año 1421. Inteligente por naturaleza,
destacó en los estudios de su tiempo, y se doctoró en
Jurisprudencia, en Perusa. En 1445, con 21 años, se hizo
fraile menor de la observancia en el convento perusino
de Monterípido. Profesó la regla en manos de san Jaime
de la Marca, y cambió su nombre por el de
Bernardino. Aunque es más conocido por Bernardino de
Fossa, también se le conoce como Bernardino de L'Áquila.
Como verdadero hijo de san Francisco, fray
Bernardino se propuso seguir las huellas de san
Bernardino de Siena, a quien oyó predicar en varias
ocasiones, quedando fascinado sobre todo por su
predicación en Santa María de Collemaggio de L´'Aquila,
que versó sobre la Asunción de María al cielo en cuerpo
y alma. Se cuenta que, en esa ocasión, la multitud,
entre la que se encontraba el beato Bernardino, pudo
contemplar en el cielo una estrella cuya luminosidad
superaba a la del sol. De san Bernardino trató de imitar
el espíritu de fe y recogimiento, su prudencia, humildad
y modestia, y su celo ardiente por la gloria de Dios.
También llegó a san Juan de Capistrano, otra las cuatro
columnas de la observancia italiana, con Bernardino de
Siena, Jaime de la Marca y Alberto de Sarteano.
Por sus capacidades organizativas, espirituales y de
liderazgo, se le confiaron varios encargos en los
conventos de Gubbio, Stroncone y otros del territorio
umbro, y en otros de Abruzzo, especialmente en el de
L'Áquila. Fue vicario provincial en su región, en los
trienios 1454-57, 1457-60 y 1472-75, y vicario de Bosnia
y Dalmacia entre los años 1464-67. También desempeñó el
cargo de Procurador general de la observancia cismontana
ante la Curia romana entre 1467 y 1469, tomó parte el
los capítulos generales cismontanos de L'Áquila (1452),
Asís (1455), Milán (1457), Roma (1458) y Mantua (1467),
y parece ser que rechazó la mitra episcopal de su
diócesis natal.
Como predicador erudito, popular y convincente,
recorrió ciudades y pueblos anunciando la palabra de
Dios, suscitando gran entusiasmo y consiguiendo no pocas
conversiones. Memorable fue la predicación cuaresmal que
tuvo en Sebenik (Dalmacia), en 1465 Ocho meses los pasó
en cama, entre grandes sufrimientos que soportó con
resignación, hasta que un día se le apareció san
Bernardino y obtuvo e él la total curación.
Libre de compromisos regresó a su tierra, donde
prosiguió sus andanzas apostólicas con renovado brío.
Fundó algunos conventos, como el de Santo Ángel d'Ocre,
donde estuvo viviendo hasta avanzada edad. Cansado por
tanta fatiga apostólica y por las penitencias, se retiró
finalmente en en el convento de San Julián, en las
cercanías de L'Áquila. Aquí dedicó los últimos años de
su vida a divulgar sus escritos, pues también fue un
escritor sabio y fecundo de obras principalmente
históricas y teológicas, la mayoría de las cuales han
quedado inéditas. Su biógrafo y sobrino Antonio Amici
publicó algunas en 1572, y son una rareza de gran valor,
por los escasos ejemplares que se conservan. Es
imposible recordar aquí todos los títulos publicados en
varias ediciones a partir de 1572, entre los que destaca
la primera biografía escrita de San Bernardino de Siena
y la "Crónica de los Frailes Menores de la Observancia".
Esta interesante crónica fue publicada en Roma en 1902,
a partir de un manuscrito, por Leonard Lemmes, con un
prefacio biográfico y un estudio crítico de sus
escritos. Los no publicados son "Centurio" (201
sermones), "Quodlibetum" (145 sermones), "Quaestiones
duae" relativas a los franciscanos, y "Sermones varii"
(154 predicaciones).
Murió el 27 de noviembre de 1503, a los 83 años.
Desde entonces se le rindió siempre culto de beato,
tanto en Italia como en toda la familia franciscana
observante. El papa Leó XII aprobó el culto el 26 de
marzo de 1828. Su fiesta se celebra el 27 de noviembre.
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