Fiesta: 25 de octubre.
Beatificación: Juan Pablo
II, 25 de octubre de 1998
Canonización: Benedicto
XVI, 11 de mayo de 2007
Nacimiento: Guaratinguetá
(Sâo Paulo, Brasil), 1739
Muerte: Sâo
Paulo, 23 de diciembre de 1822
Orden: Franciscanos
Menores (Alcantarinos)
Vida de San Antonio de Santa Ana Galvão
de Franca, franciscano descalzo
Sacerdote franciscano, el primer beato brasileño,
que se consideraba hijo y esclavo perpetuo de María
Inmaculada, y que consagró su vida a los afligidos, a
los enfermos y a los esclavos de su época. Fue ferviente
adorador de la Eucaristía, maestro de la caridad
evangélica, consejero prudente de la vida espiritual y
defensor de los pobres.
Nació en 1739, en Guaratinguetá, Estado de São Paulo
(Brasil), en el seno de una familia profundamente
cristiana. Su padre era un comerciante que pertenecía a
la Tercera Orden franciscana y a la del Carmen.
Antonio vivió con sus diez hermanos en una casa
cómoda y lujosa. Su padre, para darle una formación
humana y cultural adecuada a sus posibilidades, lo
envió, a los trece años, a Belém (Bahía) a estudiar en
el seminario de los padres jesuitas, donde ya se hallaba
su hermano José. Allí estuvo de 1752 a 1756, haciendo
notables progresos en el estudio y en la práctica de la
virtud. Quiso quedarse y ser jesuita, pero su padre lo
disuadió, prefiriendo que ingresara en el cercano
convento de la Orden de los franciscanos descalzos
reformados de San Pedro de Alcántara.
A los 21 años, el 15 de abril de 1760, ingresó en el
noviciado. Durante ese período, destacó por su piedad y
su celo. El 16 de abril de 1761 emitió la profesión
solemne. Se comprometió también a defender el título
«Inmaculada» de la Virgen María, doctrina entonces
controvertida, pero sostenida por los franciscanos.
Apenas un año después, el 11 de julio de 1762,
recibió la ordenación sacerdotal. Su devoción mariana
encontró expresión en la «Consagración a María» como «su
hijo y esclavo perpetuo», firmada con su propia sangre
el 9 de noviembre de 1766.
Terminados sus estudios, en 1768, fue nombrado
predicador, confesor de los seglares y portero del
convento: esta última tarea se consideraba muy
importante porque, al poner en contacto con la gente,
permitía hacer apostolado, escuchar y aconsejar. Fue
confesor apreciado y buscado; a menudo, cuando era
llamado, iba a pie incluso a localidades lejanas.
En 1769 fue enviado a São Paulo como confesor de un
«Recolhimento»: casa de retiro, donde se reunían mujeres
piadosas para vivir como religiosas, pero sin emitir
votos (en ese tiempo las autoridades no permitían fundar
conventos), donde conoció a sor Elena María del Espíritu
Santo, religiosa de profunda oración y dura penitencia,
que afirmaba tener visiones en las que Jesús le pedía
que fundara un nuevo convento. Fray Galvão, su confesor,
escuchó y estudió esos mensajes, y pidió consejo a
personas sabias, que los juzgaron válidos y de índole
sobrenatural.
El 2 de febrero de 1774 tuvo lugar la fundación del
«Recolhimento da Luz». Escribió el Estatuto, organizando
la vida interior y la disciplina religiosa. Más tarde,
el obispo de São Paulo añadió la posibilidad de emitir
los votos; en 1929 el «Recolhimento da Luz» fue
incorporado a la orden de la Inmaculada Concepción.
Fray Galvão fue también, sucesivamente, maestro de
novicios y guardián del convento de san Francisco en São
Paulo. Murió el 23 de diciembre de 1822, confortado por
los sacramentos. Su tumba ha sido siempre meta de
constantes peregrinaciones de fieles.
Es el primer beato brasileño, elevado al honor de
los altares el 25 de octubre de 1998 por Juan Pablo II,
quien estableció que su fiesta se celebre el 25 de
octubre.
Fuente: L´Osservatore Romano,
edición española, 23 de octubre 1998.
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