San Pedro de Alcántara, fundador de los Franciscanos
Descalzos (1499-1562).
"Los que son de todo corazón pobres con la gracia de
Dios viven vida bienaventurada, como en esta vida la
viven los que aman, confían y esperan en Dios" (Carta a
Santa Teresa de Jesús).
San Bernardino de Siena, Franciscano observante
(1380-1444).
"¡Oh Nombre glorioso, nombre regalado, nombre amoroso y
santo! Por ti las culpas se borran, los enemigos huyen
vencidos, los enfermos sanan, los atribulados y tentados
se robustecen, y se sienten gozosos todos" (Del
Cuaresmal sobre el Evangelio eterno).
Los cinco primeros mártires franciscanos (Marruecos,
1220).
"Quédate con tu dinero, con tus mujeres y tus honras,
que nosotros renunciamos a todos esos bienes pasajeros
del mundo por amor a Cristo" (De la "leyenda de su
martirio, escrita por un contemporáneo).
San José de Leonessa, franciscano observante
(1556-1612).
"Si los hombres imprimieran las virtudes en sus
corazones, cada uno de ellos sería el libro abierto del
mensaje evangélico, y su conducta ejemplar atraería a
los demás hombres" (De uno de sus sermones).
San Pedro Bautista, uno de los mártires de Nagasaki
(1545-1597).
"Vamos muy consolados y alegres en el Señor, porque la
sentencia que se dió contra nosotros dice que nos mandan
crucificar porque predicamos la ley de Dios contra el
mandato del rey, y a los demás, por ser cristianos" (De
una de sus cartas, camino del martirio).
Santa Coleta Corbie, fundadora de las Coletinas
(1381-1447).
"Una sola oración del hombre obediente vale más que cien
peticiones del desobediente; a quien obedece a Dios,
Dios mismo se le somete" (Del testamento espiritual).
Santa Clara de Asís, fundadora de las Clarisas
(1193-1253).
"Abraza como virgen pobre a Cristo pobre. Míralo hecho
despreciable por ti, y síguelo, hecha tú, por él,
despreciable en este mundo (De sus cartas a Santa Inés
de Praga).
Beata Ángela Salawa, franciscana seglar polaca
(1881-1922).
"Ya sea que alcancemos el éxito o no - y esto es lo más
importante - hay que permanecer en una profunda humildad
de corazón y alegres, porque el mal no está en el
fracaso, sino en no aceptar el fracaso como es debido.
De aquí procede toda la inquietud y la confusión" (De su
Diario)
San José de Leonesa Ofmcap. (1556-1612)
"El Evangelio y la buena noticia de la venida del Señor
al mundo por medio de la Virgen no se debe escribir en
pergaminos, sino en el corazón y en nuestras entrañas.
En esto se diferencian la ley escrita y la ley de la
gracia: aquélla fue esculpida en piedra, mientras que la
nueva ley se imprime en el corazón del hombre por la
efusión del Espíritu Santo y de su gracia" (De sus
Homilías)
S. Maximiliano M. Kolbe Ofmconv.
"¿En qué pensabas, Inmaculada, al recostar por primera
vez al Niño divino en en el heno? ¿Qué sentimientos
inundaban tu corazón cuando lo envolvías en pañales , lo
estrechabas contra tu corazón y lo dabas el pecho?...
¡Qué sentimientos de humildad, amor y agradecimiento
debieron de inundar tu corazón en aquel momento...
contemplando la humildad, el amor y el agradecimiento de
Dios encarnado para contigo." (Artículo en Echo
Niepokalanowa, 24-12-1938)
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