Al comenzar la reunión
Presidente: En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Presidente: Altísimo, omnipotente, buen
Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria, el honor
y toda bendición.
Todos: Alabad y bendecid a mi Señor,
dadle gracias y servidle con gran humildad.
Presidente: Omnipotente, santísimo, altísimo
y sumo Dios,
todo bien, sumo bien, bien total, que eres
el sólo bueno:
a ti te tributemos toda alabanza, toda
gloria, toda gracia,
todo honor, toda bendición, y te restituimos
todos los bienes.
Hágase, hágase.
Todos: Amén.
Presidente: Oremos. ¡Oh alto y glorioso
Dios!,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta, esperanza cierta,
caridad perfecta, sensatez y conocimiento,
Señor, Señor
para que cumpla tu santo y veraz
mandamiento.
Todos: Amén.
Al terminar la reunión
Presidente: Omnipotente, eterno, justo y
misericordioso Dios,
concédenos que por ti mismo nosotros
miserables,
hagamos lo que sabemos que quieres
y queramos siempre lo que te agrada,
a fin de que, interiormente purificados,
iluminados interiormente,
y encendidos por el fuego del Espíritu
Santo,
podamos seguir las huellas de tu amado Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
y llegar por su sola gracia a ti, Altísimo,
que en perfecta Trinidad y en simple unidad,
vives y reinas,
y estás revestido de gloria, Dios
omnipotente,
por todos los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Presidente: Benignísimo Dios,
fuente de paz e impulsor de la caridad,
concede a tus siervos conformarnos a tu
voluntad
y superar toda tentación
que pueda perturbar nuestra paz.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
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