Escritos de san Francisco de Asís

Alabanzas al Dios altísimo - Cántico del hermano sol

   
   

 

1. Alabanzas al Dios Altísimo

Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres Altísimo.
Tú eres Rey omnipotente.
Tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
Tú eres Trino y Uno, Señor Dios de los dioses.
Tú eres el Bien, todo el Bien, el sumo Bien, Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres Amor, tú eres Caridad.
Tú eres Sabiduría, tú eres Humildad, tú eres Paciencia.
Tú eres belleza, tú eres Seguridad, tú eres Paz.
Tú eres Gozo y Alegría, tú eres nuestra Esperanza.
Tú eres Justicia, tú eres Templanza, tú eres toda nuestra Riqueza.
Tú eres Belleza, tú eres Mansedumbre.
Tú eres Protector, tú eres nuestro Custodio y Defensor.
Tú eres Fortaleza, tú eres Refugio.
Tú eres nuestra Esperanza, tú eres nuestra Fe.
Tú eres Caridad, tú eres nuestra Dulzura.
Tú eres nuestra Vida eterna, grande y admirable Señor,
Dios Omnipotente, misericordioso Salvador".


2. Cantico del hermano Sol, o de las Criaturas

Altísimo, omnipotente, buen Señor, 
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. 

A ti sólo, Altísimo corresponden 
y ningún hombre es digno de mencionarte.

Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, 
especialmente messer hermano Sol, 
el cual es día, y nos iluminas por él.
Y es bello y radiante con gran esplendor: 
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por hermana Luna y las Estrellas: 
en el cielo las has formado claras, preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor por hermano Viento, 
y por Aire y Nublo y Sereno y todo tiempo, 
por el cual a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor, por hermana Agua, 
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por hermano Fuego, 
por el cual nos alumbra la noche: 
y él es bello y jocundo y robusto y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por hermana nuestra madre Tierra, 
la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos 
con coloridas flores y hierba.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor
y soportan enfermedad y tribulación. 
Dichosos aquellos que las sufrirán en paz, 
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por hermana Muerte corporal, 
de la que ningún hombre viviente puede escapar:
¡Ay de aquellos que morirán en los pecados mortales!
¡Dichosos los que encontrará en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alabad y bendecir a mi Señor
y dadle gracias y servidlo con gran humildad.


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