Joan Miró

Ilustrador del Cántico del hermano sol, de san Francisco

   
   

 

Extracto del artículo de Luis Pousa "El artista que pintaba poesía"
Diario: La Voz de Galicia, 4 de octubre de 2003 (lavozdegalicia.com)

«Siempre he tenido un volumen de Rimbaud en mi mesilla de noche y en mi taller. Yo, que sólo juzgo a los artistas por los que tienen un destello divino y los que no lo tienen. Soy muy categórico en este punto. Todo lo demás son tonterías».

Un planeta amarillo y azul, de mujeres y pájaros

El que escribe es Joan Miró (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983), un pintor que con frecuencia cruzaba las fronteras entre los géneros para adentrarse, desde la pintura, en la poesía. Poesía son algunos de sus títulos, que por sí solos forman versos. Algunos de ellos son legendarios: Manos volando hacia las constelaciones, Mujer delante de la luna, Este es color de mis sueños o El oro del azul del cielo. Ahí vemos al artista que dormía con un libro de Rimbaud bajo la almohada. Al creador que tejía redes con las constelaciones, los pájaros, las manos y las mujeres. Tenía, como Rimbaud, un destello divino.

Al artista que navegaba entre las dos orillas de la pintura y la poesía lo podemos contemplar en la Fundación Caixa Galicia de A Coruña, donde se reúnen 111 obras de diferentes técnicas y formatos creadas por Joan Miró entre 1965 y 1978. En el núcleo de la muestra, las 35 imágenes trazadas por Miró para ilustrar el volumen Cántic del sol, el célebre poema de San Francisco de Asís traducido al catalán por Josep Carner y publicado, con las ilustraciones de Miró, por Gustavo Gili en 1975. Coincide Joan Miró con Francisco de Asís en su amor desbordado por la naturaleza, en su devoción por los paisajes y las criaturas que uno elevó a la esfera de la teología y que otro transformó en una de las creaciones artísticas fundamentales del siglo XX. Los pájaros, las estrellas, la luna y hasta las humildes huertas son tema y título de un conjunto de obras maestras de las que podrá disfrutar el público gallego a través de esta excepcional exposición. La muestra Càntic del sol se podrá ver en la sede coruñesa de la Fundación Caixa Galicia hasta el próximo 30 de noviembre y, del 12 de diciembre al 31 de enero, en Santiago.

Alrededor de este Càntic del sol nacen pinturas, esculturas y obras sobre papel, todas ellas teñidas del panteísmo que latía en el ideario de Miró y, también, de Francisco de Asís. Sostenía el pintor que el paisaje trepaba por las plantas de los pies, desde la tierra, hasta el cerebro y los dedos del artista. Luego ya dependía del talento, en suma, de ese destello divino que se tiene o no se tiene, el dejar la huella de esa geografía sobre un papel o una tela. De la tierra de Cataluña y de Mallorca Joan Miró absorbió y palpó los paisajes que luego él transformaba en unas obras de extremada sencillez, de abrumadora sencillez. Pero todo dependía, según su fórmula magistral, de plantar los pies sobre la tierra y dejar que ascendiese, lenta y concienzudamente, el espasmo, la savia y la energía de la naturaleza.

Los versos panteístas y telúricos de San Francisco de Asís fueron traducidos por Miró a 35 imágenes, todas ellas presentes en la exposición. Se trata de 33 aguafuertes y aguatintas más dos aguafuertes y aguatintas compuestos fuera de la serie original. Las redes, las estrellas, las lunas, las marañas, las lenguas de mar, los firmamentos y los crepúsculos de Miró se cruzan sobre el papel con el esplendor de las palabras del religioso, que rinde tributo, en su lenguaje, al hermano sol, al hermano viento, a la hermana agua y, en fin, a todas las criaturas. Los cuatro elementos de los griegos —agua, tierra, fuego y aire—, filtrados por siglos de cultura, pero siempre asomados a la mirada asombrosa de Joan Miró.

Luis Pousa (lavozdegalicia.com)

 

Ver los grabados del Cántic, de Joan Miró

 

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