El nombre de la Rosa

The name of the rose - Jean Jacques Arnaud - 1986

   
   

 

Nacionalidad: Italia-Francia-Alemania

Director: Jean Jacques Arnaud

Guión:  Basado en la novela de Umberto Eco

Música: James Horner

Fotografía: Tonino Delli Colli

Escenografía: Dante Ferretti

Producción: Franco Cristaldi Film, Neve Constantin Film, Films Ariane

Año: 1986

Duración: 130 min.

Género: Intriga

Premios:

Reparto:

Sean Connery

Christian Slater
Helmut Qualtinger

Elya Baskin

Michael Lonsdale

Volker Prechtel

Feodor Chaliapin Jr

William Hickey

Michael Habeck

Urs Althaus

Valentina Vargas

Ron Perlman

Leopoldo Trieste

Franco Valobra

Vernon Dobtcheff

Donald O'Brien

Andrew Birkin

Lucien Bodard

Peter Berling

Pete Lancaster

Argumento

Noviembre de 1937. A una rica abadía del norte de Italia llegan una delegación de dos frailes franciscanos y otra pontificia, presidida por el inquisidor dominico Bernardo Güi, para una disputa sobre la pobreza de Cristo y de la Iglesia. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery) es el culto y agudo maestro del joven e inexperto fray Adso (Christian Slater). En la abadía viven refugiados dos ex-herejes dulcinianos, que llevan una vida desordenada e introducen en el convento a una joven de la aldea, que terminará seduciendo a Adso.

Ambos franciscanos descubren que la vida del monasterio está alterada por un misterioso asesinato, el primero de una serie, puesto que no dejarán de aparecer muertos durante su estancia. Guillermo, empujado por su natural curiosidad, empieza a investigar, pero la situación se complica cuando llega el inquisidor Bernardo Güi, con quien Guillermo había tenido ya en el pasado algunos enfrentamientos, porque ambos siguen métodos diferentes. El inquisidor cree culpables a los dos herejes y a la chica, a la que acusa de brujería. En la novela, los presuntos culpables son llevados a Aviñón para ser juzgados, sin que se sepa más de ellos. En la película escenifican en la misma abadía la condena e inmediata ejecución en la hoguera, con una revuelta de los campesinos que provoca la muerte del inquisidor y la liberación de la muchacha. Mientras tanto, Guillermo, en una noche agitada, en la que la abadía es presa de un violento incendio, descubre al verdadero asesino: el viejo monje Jorge, que cometió los asesinatos para impedir que saliera a la luz el desaparecido libro segundo de la Poética de Aristóteles, una obra peligrosa para la Iglesia, porque exalta el humorismo, que "mata el miedo y sin miedo no puede haber fe. Sin el miedo al demonio ya no hay necesidad del temor de Dios".

Valoración

Basada en la primera novela escrita por Umberto Eco (1983), la película es mucho más simple que el libro y se centra en los dos consabidos tópicos del anticatolicismo de siempre: la corrupción de los monjes y los horrores de la Inquisición. La imagen de los benedictinos sale seriamente dañada, después de ver los rostros deformes, sádicos y vulgares de los monjes del monasterio y sus vicios más inconfesables, mientras los pobres de la aldea pelean por conseguir los desperdicios del monasterio. Son escenas que no corresponden a la vida monástica del siglo XIV. Después de ver esta película injusta, al espectador le resultará difícil recordar que fueron precisamente los hijos de San Benito los que pusieron las bases de Europa, recuperando y transmitiendo cultura (incluyendo las técnicas agrícolas) y construyendo, durante siglos, puntos de referencia para pobres y sabios.

En cuanto a la Inquisición, la película, al contrario que la novela, no ahorra cadenas, hierros al rojo vivo, cortejos nocturnos con antorchas y hogueras purificadoras, mientras presenta a Bernardo Güi como un hombre cruel e ignorante. Nada más lejos de la realidad. El personaje verdadero fue Procurador de su Orden, es considerado uno de los más notables historiadores de principios del siglo XIV y el mejor historiador medieval de la Orden de los Dominicos, y murió tranquilo en su cama, después de haber sido obispo de Tuy en 1323 y de Lodéve en 1324. La investigación histórica de sus procesos inquisitoriales ha demostrado que, de 930 procesados entre 1308 y 1323, sólo 42 fueron entregados al brazo secular, mientras el resto fue condenado a penas menores, de poca importancia y 139 fueron absueltos. Los casos de brujería examinados por él y por otros inquisidores de su tiempo son irrelevantes.  Ignoran, por último, los autores de esta película que los juicios arbitrarios y rápidos eran una práctica desconocida en los tribunales de la Inquisición del siglo XIV.  Los reos eran juzgados con todas las garantías, ante un tribunal de hasta 50 miembros, que muchas veces hacían de abogados del acusado, a quien se le reconocía el derecho a apelar y a defenderse.

Estas son algunas valoraciones de la crítica cinematográfica

(Morandini 2001) "De una novela metafísica de investigación, basada en un paródico y laberíntico juego de tropiezos, ocultaciones, citas, paráfrasis y relaciones intertestuales, se ha extraído una costosa máquina (ilustrativa) de gran espectáculo que funciona: muestra mucho y dice algo sobre el fondo de una Edad Media gótica, más que románica, con un retro-gusto de burdo anticlericalismo, que traiciona, esquematizándola, la culta ironía de Eco".

(pacioli.net) "El nombre de la rosa intenta aprovecharse del gran éxito del libro homónimo de Eco, traduciendo en la pantalla los aspectos más espectaculares y apetecibles por el gran público (la mayor parte del cual no había leído, evidentemente, la novela, bastante peliaguda para quien carece de la base necesaria de conocimientos histórico-filosóficos), desde la  grandiosa reconstrucción de la abadía y de la aneja biblioteca, hasta la explotación de cuanto el texto original tiene de suspense y mezcla de thriller y horror. Desde la ambientación en una pintoresca Edad Media de costumbres, hasta la inclusión de una historia de amor. El resultato es un producto superficial, donde la compleja y vertiginosa riqueza de referencias y niveles de lectura que caracterizan al escrito de Eco se pierde, y de ella sólo queda algún eco, lo justo para darle a la película la capa de compromiso intelectual que necesita. Además, la dimensión misma de intriga y misterio no es suficientemente aprovechada y la película resulta pobre incluso en este aspecto, carente de la fuerza narrativa necesaria y de un justo calibre del suspense y de los golpes de efecto. Prevalece la excitación y el exceso de efectismos, con un relativo sentido del derroche de grandes actores y de un gran presupuesto" .

 

Regresar

 

 
© - fratefrancesco.org - Fr. Tomás Gálvez - Creada el 22-5-2002